My Tango

About 6 years ago I went to small restaurant to celebrate birthday with my friends. The place was nice. During the dinner I heard very intriguing music. Late at night, two couples started to dance on a very small dancing floor to the music we heard that evening.
The dance and the music really moved me! I asked what is that dance and was told that it is argentine tango and the music is one of Pugliese’s tango.
Next day I was still thinking about the dance and the music. I started to search the clips with tango on internet…..
And every next day was more tango “oriented”.
It was March and in May I bought the ticket to Buenos Aires for July!! I booked the room in small hotel on Av. Corrientes and got the information about tango schools, teachers and milongas (via internet – of course!!). To feel better I also bought small English –Spanish dictionary !! I was ready and simply waited for the day of my TANGO TRIP.

I remember every moment from my first day in Buenos Aires.
It was Sunday. I arrived to Buenos Aires at 9am, took a taxi to downtown and checked in in my hotel. After about 6 hours of rest I asked in hotel reception where the nearest milonga is. The receptionist smiled and told me about the Matinee Milonga in Confiteria Ideal on Suipacha.
I found my way to Confiteria, bought the ticket and was asked to take a sit at the small table in a place for single woman !
The dancing floor was full of couples dancing to the fantastic music. I admired dancers, their movements, the connection, the intense listening to music and ….. the look of their faces : concentrated, calm, happy ?!
I watched them and was thinking “Will I be ever able to dance like them? “
Suddenly, the man came to my table and invited me to dance. I answered: “I do not know how to dance , I came to Bs As to learn your beautiful dance” .
But the man answered: “Do not worry – we will dance “. And… I followed him to the dancing floor. He smiled to me, asked about my name and after few moments he embraced me and we started to dance argentine tango!!! He lead me in such a clear way that I could follow – even in such a close embrace!  I felt fantastic!
That first evening in Buenos Aires I danced few more times and THAT EVENING I believed I will dance argentine tango!
I was lucky that my first tango was with very good dancer- tanguero, who did not “frighten” me but just opposite, he made me feel comfortable and confident in his tango embrace!
Since that time I am learning to dance tango. But my best time with tango is in Buenos Aires where I am coming every year (since my first trip). And like first time I am taking classes in tango schools and going to milongas!
 I feel blessed to have traveled to Buenos Aires to my first tango class !
I wish and I hope I will be able to that to my very last days !!

Elizabeth from Poland

Spirited Away on a Quay in Paris

“It’s so beautiful, so sensual. You have to go there.” These were the words of my son Stefan, who the previous evening had seen couples dancing Argentine tango on a quay by the Seine in Paris. That was back in July 1995, when he was in France for a language course, and I was there too – on vacation. A week later I went to that quay, between Notre Dame and Gare d’Austerlitz – and there I sat, totally transfixed for three hours. Among the couples dancing there was a man and a woman, with white hair, elegantly dressed in light colours, who danced in such a beautiful way that I could not take my eyes away from them. Later I saw their photo in an Argentine restaurant on Rue Mouffetard, where they performed.
Immediately I knew that I wanted to learn this dance. But it took a year and a half before I found the tango I was looking for. During my search, I tried a variety of tango courses, including one danced to German tango music with marching rhythms, in which you turned away from your partner with brusque movements that were completely different from those I had witnessed in Paris. But eventually I found the tango I was looking for with Argentine tango teacher, film actress Gloria Leyland, in Malmö, my home area.
 
To be continued in
 Tango Passion and the Rules of the Game

Margareta W. from Sweden

Cuando el tango es una historia de amor….


           Como muchos otros, me acerque al tango en momento de búsqueda personal, buscando una forma de expresión, allá por 1999, en Mar del Plata.  No esperaba encontrar nada ni a nadie en particular. Ni siquiera me creía capaz de poder dar dos pasos seguidos. No tenía la menor idea de que un mundo nuevo me esperaba. 
            Al amparo de los acordes del bandoneón, todas las tristezas de mi vida desaparecieron en el Abrazo. Por primera vez me sentía libre, aunque estaba verdaderamente atrapada por el tango, no podría dejar de bailar un sólo día. El tango se apodero de mi cuerpo y de mi alma. Y extrañamente, con toda su melancolía y su tristeza, me lleno de vida y de alegría. Me regalo los más bellos amigos…y como si me hubiera dado poco, cuando ya no podía esperar más generosidad… me sorprendió con el amor en el más dulce de los abrazos tangueros…
             Y así como el tango llegó para quedarse en mi vida, también el amor de otro loco tanguero como yo… Por eso el tango ya es parte de nuestras vidas, aunque ya no vayamos todos los días a la milonga. Por eso sonrio cuando mi hijo me pregunta ¿Qué es esa música? , y respondo: Es un tango, bailando esa música nos conocimos con tu papá. Y con sus pequeños tres añitos me dice: Bailen mamá. Ponete los zapatos.  

María Sol

La noche en la que el tango me acarició por primera vez ...

Fue el 26 de diciembre de 2008. A 10.000 Km de mi hogar. Solo. Y con el corazón roto. Recorriendo Argentina. En una ciudad preciosa. A la orilla del Río Paraná. Rosario. Uno de los días mas calurosos que recuerdo en mi vida. Y aquella misma noche, en que descubrí el tango en una plaza de Rosario, escribí lo que sentí. Así que, directamente, copio de mi mismo, con mi permiso.

“Pregunto al taxista por algún lugar donde comer carne por la noche. Me recomienda una parrilla de la Avda Pellegrini. Pido medio "Mar del Plata" al camarero vestido de gaucho y después, voy caminando hasta la Plaza Santiago Montenegro, donde los viernes por la noche, he oído al taxista que los rosarinos de todas las edades acuden a bailar tango entre las 23:00 y las 3:00 h. Me siento a tomar algo en una terraza de la plaza mientras veo como bailan; cuerpos erguidos y piernas que dibujan trazos con rapidez, desfilan delante de mi dando círculos lentamente a la plaza, como una marea en remolino, con los rostros de los bailarines concentrados; ojos cerrados, mejillas pegadas, expresión de sufrimiento, de tristeza profunda, de la desdicha que narran las letras de los tangos que suenan, generalmente sobre la nostalgia del hogar abandonado en Europa o sobre el amor por una mujer que no quiso recibirlo. Envueltos bajo las formas elegantes, serias y formales de este baile, se establece una intimidad casi provocadora entre los bailarines que veo en la Plaza, y que hace este baile tan sensual. Y romántico.

Camino hacia el hostel por las calles rosarinas, mientras la noche se tiñe de la nostalgia por amores perdidos que destila el tango; y pienso que la vida también puede ser como un tango, danzando una canción agarrados a alguien con quien te puedes comunicar sin palabras, con los ojos cerrados, hasta que, a veces, termina la melodía y abres los ojos.”

Ese día sentí el tango por primera vez. Y ese día decidí que un día lo bailaría. En eso estoy. Le doy gracias a aquel taxista por hablarme de la Plaza Montenegro, aquella noche de verano, de cielo despejado y estrellado. Llegué a ella caminando entre calles, y me aleje de ella también fundiéndome en las calles rosarinas, de madrugada. Llegué con el corazón roto a aquella plaza; cuando me fui, llevaba el corazón todavía roto, pero con un compás, una melodía, un baile, y un “algo” que me hizo saber que todo eso que sentía dentro de mi, se podía, simplemente, bailar….

Tiempo después descubriría que ese “algo”, es el poder expresar “tu interior” en un abrazo a otra persona, y al bailar ese sentimiento, estas creando algo fugaz, algo que solo dura hasta que acabe la música, mejor dicho, algunos segundos mas después de sonar la ultima nota. Como ocurre con el amor en la vida.

Santiago de España

Del desamor al amor…

FLASHBACK /  Instantáneas tangueras  / EL AMOR AUN NO LLEGA

ESCENA 1:  INTERIOR DE UN AUTO. RUTAS ARGENTINAS.  FLIA MELE.  
… a mi papá le gustaba cantar tangos, de hecho chapeaba con que alguna vez había sido cantante de tangos y que tenía una orquesta con sus compañeros de la universidad.  Siempre recuerdo su anécdota de su gira a “Pipinas”  y Remembranzas  como su tango favorito.
También  a mi viejo  le gusta mucho viajar y de chicos nos subía al auto y realizábamos unos viajes eternos acompañados por  tangos en el "pasacassette", él cantaba mientras  mis hermanos  y yo peleábamos atrás para matar el tiempo.  Sólo recuerdo dos tangos que a mí me gustaban... "La Pastora (con su tralaralala) “ ... y "Azabache (con su chumbacachumba) “ ... melodías que han quedado en mi cabeza por siempre y que hoy me dan un enorme placer bailarlas "

ESCENA 2: QUINCHO DE JUAN. FLIA COMPLETA. SOBREMESA. BERISSO
… los asados en lo del tío Juan, recuerdo que cuando el alcohol entraba a calentar el pico todos se ponían a cantar tangos, aunque pocos se acordaban de la letra ; de vez en cuando se armaba algún baile con Roberto,  Alicia y mis viejos.
No recuerdo que me gustara, pero me resultaba divertido ver a unos  simpáticos borrachines pegando alaridos y bailando lo que podían... ( creo que me van a  expulsar  de la familia por esta confesión)

ESCENA 3: ALVEAR FOOTBALL CLUB. INT. ALVEAR- LA PAMPA- MUESTRA DE FIN DE AÑO DE LA ESCUELA DE DANZAS.

Vestido Rojo, medias red... Taquito militar
Vestido Turquesa, zapatos plateados ... Celos

FUNDIDO A NEGRO /  ADOLESCENCIA PROLONGADA.

FINALMENTE LLEGO EL DIA. CON EL DESAMOR …  EL AMOR / AÑO 97´. VERANO. BUENOS AIRES

Estaba totalmente deprimida en casa. La tristeza me la había provocado una desilusión amorosa. Un bello chico con el que estaba saliendo me había dejado y yo no tenía consuelo alguno.
Dos de mis mejores amigos, El Negro y Leandro, vinieron a buscarme a la tardecita para invitarme a una clase gratis de tango que organizaba el gobierno de la ciudad en Palermo.
Ninguno de los dos bailaba nada, creo que ni siquiera ellos estaban demasiado interesados en ir. Yo me sentía en el más bajo de los fondos, vulnerable a todo, no tardaron demasiado en convencerme, que mejor que el tango para regodearme en mi propia tragedia pensé. Y fuimos.
Una sala enorme, llena de gente de todas las edades y ahí  estaba Sofía, una voluptuosa tanguera de alma portando una falda ajustada “animal print” , pelo corto arrabalero, mucho maquillaje, mucho color, mucho todo. Quedé impactada con su imagen y recuerdo sus pies, sus zapatos de tango y esa delicadeza que tenía al caminar.
Pienso que fue la tristeza lo que me conectó con la música, con el baile, con el abrazo, pero de todas maneras me sentía  feliz después de  esa clase, fascinada y con la plena seguridad que iba a seguir bailando por mucho tiempo.
 Aquel día comenzó la tan famosa adicción y después... (importa el después?)  eso ya fue parte de otra historia…

Carina M.  de Argentina


De mi primera pasión ...

Estábamos de gira hace muuuchos años  en Brasil, Festival de teatro en Londrina, Fiesta final. Elencos de todas partes de mundo. A cada delegación en un gesto  fraternal le pusieran la música típica de su país, todos salieron a bailarla, nos tocó a nosotros…Tango. Nadie sabía. Un papelón.
Yo dije “Esto no me pasa nunca más” y al regresar a Buenos Aires averigüé dónde tomar mi primer clase de tango que al mismo tiempo de servirme para no pasar más por aquella situación, me  haría de soporte para una escena de la próxima obra a estrenar.
Clases barriales, básico y mi primer ocho y al terminar la primera , el anuncio…
“El sábado en Cuartito Azul se festeja la noche del compadrito”-dijeron.
Me pareció divertido.
Fui.
Y lo vi.
Y la vida cambió con el primer abrazo, y me dije yo quiero bailar como este tipo, y fue un viaje de ida del que aún no regreso.
Gracias maestro, compañero y amigo Gustavo Naveira por haberme marcado el camino sin retorno desde aquella lejana noche porteña.
Que la pasión del abrazo, que esa música envolvente, que esa gloria de apenas tres minutos o menos  los acompañe siempre…
Andrea Lobato
La Loba

Le tango de mes 35 ans


Bonjour,

Pour ma part, j’ai découvert le tango il y a un an…pile…le jour de mes 35ans. Nous étions au beau milieu de 7 mois de voyage avec mon mari et mes deux enfants. Quelques jours à Buenos Aires avec une féroce envie d’approcher cette sensuelle et mystérieuse danse : le tango.
Je me lève ce 6 mars 2010 et une enveloppe m’attendait, dans cette enveloppe, il y avait une carte de la ville et des petits papiers m’indiquant des adresses. Le premier m’a mené au centre de tango où m’attendait Carina avec son grand sourire, toute contente de participer à ma surprise indirectement.
Puis l’entrée théâtrale de M Pierre, un français vivant en Thaïlande, venu ici en bonne partie pour apprendre à danser le Tango. Sa première phrase dans un espagnol plus qu’hasardeux restera pour toujours, je pense, gravée dans ma mémoire : « Hola, soy francés, no hablo espagnol ! ». Je lui ai immédiatement demandé s’il faisait parti de mon cadeau !
Carina nous a demandé de danser ensemble « los dos frances », orchestrés par notre maestra, nous avons fais nos premiers pas plutôt agréablement surpris de pouvoir composer quelque chose. Les miroirs qui reflétaient notre image de part et d’autres  nous laissaient moqueurs souvent puis presque fiers parfois d’enchaîner deux ou trois pas.  C’est beau, entraînant, nous sommes vite frustrés de ne pas pouvoir aller encore plus loin, de ne pas se lancer en toute maîtrise dans un tango endiablé.
Franck, mon mari, le bienfaiteur, passera durant le cours, armé de son appareil photo immortaliser quelques clichés et quelques vidéos que nous aurons plaisir, par la suite, notamment avec Pierre de commenter.
Parce que si le tango a été un moment magique et Carina un professeur convaincant, Pierre, mon partenaire de tango restera une rencontre hors du commun. Nous avons ensuite  en famille passé quelques jours avec lui à Buenos Aires puis nous sommes retrouvés quelques mois plus tard en Thaïlande chez lui à Chiang  Mai…Puis quelques mois plus tard chez nous dans le sud de la France.
1 an déjà, que j’ai croisé le tango de Buenos Aires qui m’a permis de passer un de mes plus beaux anniversaires.

Alexia - Aix en Provence  ( France)