De mi primera pasión ...

Estábamos de gira hace muuuchos años  en Brasil, Festival de teatro en Londrina, Fiesta final. Elencos de todas partes de mundo. A cada delegación en un gesto  fraternal le pusieran la música típica de su país, todos salieron a bailarla, nos tocó a nosotros…Tango. Nadie sabía. Un papelón.
Yo dije “Esto no me pasa nunca más” y al regresar a Buenos Aires averigüé dónde tomar mi primer clase de tango que al mismo tiempo de servirme para no pasar más por aquella situación, me  haría de soporte para una escena de la próxima obra a estrenar.
Clases barriales, básico y mi primer ocho y al terminar la primera , el anuncio…
“El sábado en Cuartito Azul se festeja la noche del compadrito”-dijeron.
Me pareció divertido.
Fui.
Y lo vi.
Y la vida cambió con el primer abrazo, y me dije yo quiero bailar como este tipo, y fue un viaje de ida del que aún no regreso.
Gracias maestro, compañero y amigo Gustavo Naveira por haberme marcado el camino sin retorno desde aquella lejana noche porteña.
Que la pasión del abrazo, que esa música envolvente, que esa gloria de apenas tres minutos o menos  los acompañe siempre…
Andrea Lobato
La Loba

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